La construcción de las Torres fue encargada al maestro Pere Balaguer, realizando unas torres poligonales.
Comenzaron las obras el 6 de abril de 1392. En 1397, se proyectó la monumental escalinata de piedra, que agrandó el edificio y facilitó su uso en las fiestas de bienvenida. El 19 de marzo de 1398 finalizaron las obras.
Posiblemente se debe su denominación a que servía de acceso a la comarca de los Serranos.
Su uso principal durante mucho tiempo fue servir de defensa en cualquier asedio o eventual ataque a la ciudad, cosa que no sucedió y no se usó nunca para defensa, se utilizaba para ceremonias y entradas oficiales de embajadores y de reyes, y se la consideraba como la entrada principal de la ciudad: por esta puerta han pasado 22 reyes, tanto de la Corona de Aragón como posteriormente, de la Corona de España, en su camino hacia la catedral. Esta tradición parte del año 1404 con el Rey Martín I el Humano, siendo el Rey Emérito D. Juan Carlos I, el último en realizar este paseo a través de las torres.
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